Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por
el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y
se sentó a la diestra del trono de Dios. Hebreos 12:2
En toda la trayectoria de nuestra vida, no
debemos olvidar que necesitamos tener puestos los ojos en Jesús. No
quitar nuestra mirada de Jesús, porque cuando lo hacemos y miramos lo
que sucede a nuestro alrededor, nuestro corazón se turba y nos puede
pasar lo que le sucedió a Pedro: Se hundió justo en frente de Jesús.
Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre
el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron,
diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús
les habló, diciendo: !!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
Entonces
le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti
sobre las aguas. Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca,
andaba sobre las aguas para ir a Jesús. Pero al ver el fuerte viento,
tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor,
sálvame! Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo:
!!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? Mateo 14:25-31
La fe de
Pedro fue lo suficientemente firme como para hacerlo caminar sobre las
aguas hacia Jesús, pero solo bastó que viese el fuerte viento para
llenarse de miedo (una emoción que tomó control de él) y comenzar a
hundirse.
No permitas que ninguna situación económica,
política, social, personal o familiar afecten tus emociones de tal
manera que ellas tomen el control de ti y te hagan desviar del propósito
de Dios en tu vida o una situación en particular. Las emociones son
condiciones de alerta para nosotros, pero bajo ninguna circunstancia
ellas deben tomar control de tu mente y/o cuerpo, pués si lo hacen,
invalidarán la Palabra del Señor en tu vida.
En el momento que
Pedro quitó su mirada de Jesús y se llenó de miedo, la fe que le dió el
caminar sobre las aguas se invalidó y su propósito se vió interrumpido.
La única que debe tomar control de ti es la FE en Jesucristo: Autor y
consumador de la fe. La fe nunca te dejará mal, siempre te llevará
adelante.
El mismo Cristo no desvió su mirada cuando fue a la
cruz, a pesar del oprobio tan grande que sufrió. La palabra del Señor en
Hebreos 12 dice que Jesús puso por delante el gozo que le esperaba:
Sentarse a la Diestra del Padre, menospreciando el oprobio.
Hoy el Señor te dice:
No quites tu mirada de mí, mantén tu fe y te aseguro que caminaras sobre las aguas.
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